Teruel
no existe. En realidad es una mera entelequia creada por cartógrafos olvidados.
Hoy aparece en los libros de geografía, pero como todo el mundo sabe, Teruel no
existe.
La
parcelación de Teruel en comarcas es una historia mucho más peregrina, el
Maestrazgo, por ejemplo, se hace una línea por aquí y otra por allá y luego
suma y sigue. Hay que poner nombres a los pueblos: Cantavieja, Mirambel, etc. y
hasta hacer una página internet [1].
Luego
se lleva a los figurantes, contratados en grandes ciudades, donde se supone que
se iban los hijos de los pueblos que aparecen en los mapas.
Y
así, con el tiempo, se crea un paraíso, por fortuna, desconocido por casi todos
y amparado en la leyenda de que Teruel no existe.
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