lunes, 31 de enero de 2011

EL PABELLÓN AZUL DE RAMÓN PERNÁS, PREMIO DE NOVELA EMILIO ALARCOS LLORACH

Los amigos de la editorial Tropo nos informan de que la obra de Ramón Pernás, El pabellón azul, ha sido galardonada con el premio de novela Emilio Alarcos Llorach. Enhorabuena.

Adjunto la noticia de la propia editorial:



sábado, 29 de enero de 2011

NUEVO NÚMERO DE LA REVISTA TEJUELO

La revista Tejuelo es un interesante proyecto de difusión de la Didáctica de la Lengua y la Literatura y, en general, de la literatura. Es una de las líneas de trabajo del Grupo de Investigación Literatura Infantil y juvenil desde la Didáctica de las Ciencias Sociales y las literaturas de la Universidad de Extremadura y en su edición participan varias instituciones, como el CPR de Trujillo, el IES Gonzalo Torrente Ballester etc.
En los últimos años, se ha convertido en una revista de referencia obligada en el mundo de la Literatura y de la Educación, de interés por tanto, entre otros, para el profesorado de Lengua castellana y Literatura.

Este número se dedica a la escritora Carme Riera. Además, publico -aunque no aparezca mi nombre prometo que es mío- una reseña sobre el Manual de Didáctica de Lengua y Literatura de Rosa Ana Martín Vegas, el único manual como tal de esta especialidad y que contiene valiosos elementos para el trabajo en el aula de Lengua.

jueves, 27 de enero de 2011

RELATO DE PABLO LORENTE: RELATOS DESDE NINGUNA PARTE

Alfaguara y otras grandes editoriales distribuyen para la difusión de las nuevas novelas el primer capítulo de la misma, yo, un poco más humildemente, os propongo la lectura de uno de los cuentos que componen Relatos desde ninguna parte que estará ya a la venta la primera semana de febrero.

El relato en cuestión fue ya publicado hace tiempo, en formato digital, en el número 9 de la Revista Narrativas.
Espero que os guste



SEGUIR OBSERVANDO

Mirar el reloj. Me despierto todos los días cinco minutos antes de que suene, todos los días, cinco minutos, antes incluso si no tiene que sonar. Recolocarme la espalda, despertarme con ese maldito dolor todos los días, cruje, se mueve ligeramente hacia la derecha, se pone en un su sitio y hasta mañana me dolerá cada cinco minutos más o menos, todo el día. Un rato de bicicleta, las pesas, la ducha, el afeitado, traje, corbata a juego con la camisa favorita de todos los días; todos los días tengo una favorita, un poco diferente a la anterior de tal modo que sea siempre la misma. Escoger un traje oscuro entre todos los trajes oscuros para desvanecerme, pasar inadvertido, que no se me vea, que mi bulto, bastante grande por otro lado, quede desdibujado, mi rostro borrado como por arte de magia; traje oscuro, corbatas aburridas, discretas, sin gafas de sol, corte de pelo marcial, invisible, todo en mí está desdibujado, y que lo siga siendo.
Cuando me miro en el espejo me pregunto si la gente me ve, y si me ve, qué es lo que pensará. Me rodea ese silencio de las madrugadas, cuando los chicos ni siquiera son conscientes de que tienen que ir a clase, cuando a las calles, recién colocadas en su sitio de todos los días, sólo tienen acceso los panaderos y algún soñador trasnochado. La ducha rompe el silencio sepulcral de mi casa invisible, los siguientes sonidos componen el ritual obligado, tantos años repetido: comprobar que todo está en su sitio, coger el arma, sacar el cargador, contar las balas, comprobar que la primera podrá salir con la mortal naturalidad para la que fue concebida, que el martillo percutirá en la base, que la bala saldrá girando sobre sí misma cortando el aire a 350 metros por segundo para alcanzar su objetivo con precisión; meter el cargador, mover hacia atrás la corredera y comprobar que el seguro está puesto. Enfundar el arma junto a los dos cargadores en la sobaquera y salir de casa.
Comprobar mentalmente el programa de hoy, la nueva ruta hasta el colegio de los niños, dejarlos; nueva ruta al despacho, nuevas rutas para viejas rutinas. Mirar por la ventana buscando algo fuera de su sitio. Después, bajar por las escaleras, nunca por el ascensor, caminar despacio, en silencio.
Cuando llego al portal nunca saludo, apenas miro a la cara, sólo a los ojos, a la espera de algún gesto extraño; observo mucho más los gestos, busco las manos, la posición de las piernas, bultos extraños en la cintura.
Salir a la calle es el primer gran paso de cada día, salida rápida pero reflexiva, con decisión pero con calma, mirar a izquierda y derecha, y comenzar a andar, observando de nuevo todo y a todos, creo que eso es lo peor de mi trabajo, ni siquiera el hecho de no poder relacionarme con nadie, observar. A veces tengo la sensación de que los ojos me duelen, no es cansancio, es dolor. Observar tanto en un lugar donde nadie me conoce, y donde mi máxima aspiración es no conocer a nadie.
Me paro en el bar de la esquina, sólo tiene una puerta de entrada, y un par de ventanas amplias, están altas, pido un café y señalo con el dedo algo para comer, no quiero hablar, mi acento es extraño aquí, el tono de mi piel delata mi procedencia inexacta, de todas formas basta con pagar al final. Me siento en frente de la puerta, hojeo un periódico y sigo observando. Sé que sería inútil, que si me quisieran pegar un tiro no tendría tiempo para desenfundar y disparar, siempre ha sido así, son manías del oficio, no tendría tiempo, tan sólo podría confiar en que fallaran. El chaleco hace tiempo que no lo llevo, pesa demasiado y se nota mucho, es tan absurdo como ponerse una diana en la frente. Seguir observando. Y ese dolor de espalda.

INVESTIGACIÓN PUBLICADA POR 'THE NEW YORK TIMES'[1]
El FBI afirma que agentes de Blackwater mataron injustificadamente a 14 iraquíes
§  Sólo tres de las 17 muertes pueden justificarse como una respuesta a una amenaza
Actualizado miércoles 14/11/2007 08:43 (CET)

NUEVA YORK.- Los agentes de la compañía privada de seguridad estadounidense Blackwater dispararon injustificadamente contra al menos 14 de los 17 civiles que murieron en un incidente en Bagdad en septiembre pasado, según una investigación del FBI cuyos resultados publica 'The New York Times'.
La investigación de los federales aún no ha concluido, pero sus hallazgos, que indican que los empleados de la compañía usaron sus armas de fuego de forma imprudente, ya están siendo examinados por el Departamento de Justicia.
Según el diario, que cita como fuentes a civiles y oficiales militares que han facilitado información a los agentes del FBI, no hay evidencias que apoyen las afirmaciones de los empleados de Blackwater de que respondieron al fuego de civiles iraquíes.
La investigación del Departamento Federal estima que sólo tres de las 17 muertes ocurridas en la plaza Al Nasur de Bagdad pueden justificarse como una respuesta a una inminente amenaza en virtud de las leyes sobre el uso de la fuerza letal para las compañías privadas de seguridad en EEUU.
Los hechos se remontan al pasado 16 de septiembre, cuando un grupo de agentes de Blackwater dispararon contra los civiles que se encontraban en esa plaza bagdadí, causando 17 muertos y 27 heridos, según apuntó una investigación de las Fuerzas de Seguridad iraquíes.
Este incidente provocó gran conmoción entre la población y las autoridades de Irak y a raíz de ese tiroteo el Gobierno ratificó una propuesta de ley para retirar la inmunidad a todas las agencias de seguridad extranjeras que actúan en el país e introducir nuevos requisitos.
Según 'The New York Times', el FBI ha concluido que algunos de los cinco guardas de Blackwater que se encontraban aquel día en la plaza abrieron fuego y que la investigación se centra en particular en uno de ellos, porque fue responsable de muchas muertes.
El mes pasado, las familias de algunos iraquíes que murieron en el incidente demandaron a la compañía Blackwater por considerar que violaron la ley y fomentan una cultura "de anarquía legal" entre sus empleados.
En esa demanda, presentada ante un Tribunal de Distrito de Washington, se destaca que los hechos del pasado 16 de septiembre fueron un "asesinato sin sentido".

Tenía que pasar, un recién llegado o alguien quemado por llevar demasiado tiempo en la zona, cualquiera que estuviera nervioso, un poco bebido, cualquiera. Tenía que pasar, esos descerebrados habían matado a 17 civiles, gilipollas de gatillo fácil. “Imprudente”, dice el periódico, por lo que me contó mi superior, iban en el convoy, con el miedo rutinario, alguien oyó una detonación y, de repente, empezaron a disparar como salvajes. Uno solo de nuestros convoyes tiene la potencia de fuego de un regimiento, gatillo fácil, munición abundante e inmunidad completa; se acabó el chollo.

Salir del bar mirando de nuevo los cuatro puntos cardinales, la mano derecha siempre libre, en la izquierda las llaves del coche, un coche siempre nuevo de tanto usarse, de cambiar de manos, de cambiar colores y placas de matrícula. Y la torpeza. La fingida torpeza de hacer caer las llaves al suelo antes de abrir la puerta, que agacharse no sea demasiado sospechoso, todo ello con tiempo. El acto de mirar los bajos del coche era tan instintivo como el de cargar el arma, todo en su sitio, y a pesar de ello, abrir la puerta era un nuevo paso más hacia el miedo, tan asumido como el dolor de espalda, pero miedo al fin y al cabo. Miedo ni siquiera amortiguado por la cinta adhesiva que llevaba años pegando en la parte inferior de la puerta, había demasiadas puertas en aquellos coches. Un último gesto, mirar debajo del asiento y encender el contacto esperando con el aliento entrecortado, la voz del miedo dándote los buenos días, de nuevo.
Eso es precisamente lo que bastaba para comenzar la jornada, un “Buenos días” al protegido, tan parecido al interior que la única diferencia radicaba en las rutas, una nueva ruta para el colegio, para la oficina, la misma monotonía para distintas personas unidas por el peligro hipotético por la razón que fuera, personas unidas por el miedo. Con el tiempo, había aprendido a ver las distintas facetas del miedo, porque cada una de ellas, expresada de muy distintas maneras, se podía percibir con claridad, por ejemplo, en las arrugas que a aquél le aparecían en el entrecejo, a ella justo debajo de la nariz, a ese otro en el rabillo del ojo derecho. Arrugas que eran como un pasaporte hacia un futuro de miedo o de exilio, la certeza del miedo en sus rostros era lo único que a uno le tranquilizaba. La responsabilidad de la vida puesta en un hombre incapaz de hacer nada si alguna vez ocurriera algo, un hombre tan débil como cualquier otro con la única ventaja de llevar un arma incrustada en el sobaco, un arma que nada podía decir del temor, una pistola condenada al silencio más absoluto por deseo de todos.
La jornada era básica, que no te maten ni maten a quien proteges, sencillo: cambiar el turno con los compañeros que durante toda la noche habían intentado parecer personas y no estatuas somnolientas vigilando la noche y las sombras. Dar los buenos días y comenzar a caminar detrás de él, hoy es él y su niña. Una niña que sólo vislumbra la extrañeza cuando sabe que ese señor que la saluda cariñoso no es un tío, ni un primo de los padres, ni nada que se le parezca, sólo un señor de negro que nunca dice nada. Caminar a un metro medio por detrás y a medio metro a la izquierda, para poder controlar la calle, los coches que vienen, las motos que vienen, los coches mal aparcados, para poder controlar a un vigilante o a un tipo con cara de sueño y un periódico abierto entre las manos. A medio metro a la izquierda para que nada se interponga entre el cañón y un objetivo hipotético, todo controlado en el descontrol total.
La niña se queda en el colegio, siempre con un beso de despedida, y la vergüenza de tener que estar allí en ese momento íntimo. Siempre me giro cuando algo así ocurre, por vergüenza, algo también por timidez, pero sobre todo, por respeto absoluto hacia aquel acto fronterizo entre la vida y la muerte.
Y de nuevo el itinerario, todos los días tan distinto y tan parecido al anterior, hablar un poco de béisbol, o de fútbol, o de la película de la noche anterior. Me entendía bien con aquel tipo, sobre todo porque no hablaba y era dócil, no tenía inconveniente en cambiar de itinerario, o en recorrer kilómetros de más. No parecía importarle mucho aguantar la sombra perenne, tenía miedo, y se le notaba, sobre todo cuando tenían que viajar allí. Una vez al mes tenía que montar el operativo y, en ese momento, allí, el lugar de ninguna parte, nadie se quejaba nunca de nada, el silencio de los viajes sólo se rompía por sonidos de guerra en tiempo de falsa paz: viaje en helicóptero privado a Rota, viaje en avión privado a Aviano y luego, hasta Bagdad en un Hércules de comodidad limitada. En el extremo de la base estaba la nave de Blackwater, un fortín tecnológico y un arsenal repleto de ingenios para matar de última generación, era increíble lo que la tecnología había intentado para matar, matar mejor o herir con más exactitud.
Su función en aquel momento era proteger los intereses de la compañía en España, es decir, proteger al economista que se encargaba de cerrar los tratos de tecnología y armamento y, de paso, servir de enlace con la compañía. Era una especie de destino dorado antes de jubilarse, un puesto tranquilo, dando paso a las nuevas generaciones. Porque a estas alturas era ya una antigualla, una reliquia en comparación con esos tiarrones que parecían vaqueros del antiguo oeste, rubios de ojos azules que se pasaban el día entrenando con las consolas y gastando munición sin ningún tipo de freno cuando se aburrían de las pantallas. Los había visto actuar el número suficiente de veces como para tenerles miedo, sobre todo porque no detectó, en la gran mayoría de ellos, un atisbo de miedo, una sola arruga de temor, nunca.
Al bajar del avión, impresionado con el fulgor del sol de Bagdad, recordó la noticia del periódico y se alegró de no seguir en Irak, conocía a muchos de los protagonistas de la noticia, rondaban o superaban los 30 y habían dejado sus antiguas unidades, la mayoría de élite, por dinero. Llegaban allí un poco perdidos, pasaban de luchar por su patria a luchar por dinero, y eso, con el tiempo se notaba, porque el dinero no paga tu vida, y creo que precisamente  es lo que más nervioso te puede poner.
El estilo había cambiado en los últimos años, yo estaba acostumbrado a las operaciones limpias, silenciosas, militares en definitiva. Desde 1975 había actuado en muy diversos países, era prácticamente trilingüe y eso me allanó el camino. Yo también salí de un cuerpo especial que nunca desvelé, de joven tenía fama de silencioso, de excelente tirador y de ser tan hábil con las armas como para no utilizarlas en la mayoría de las ocasiones. Me enrolé con Bob Denard para la primera misión en las Comores, un puñado de hombres bastaron para derrocar al reciente presidente, Ahmed Abdallah, en unos días lo sustituimos por Ali Soilih, un presidente mucho más correcto para los intereses de la causa, aunque la única verdad es que Bob Denard era el presidente de facto. Cuando convino, tres años más tarde, regresamos para deshacer lo anterior y colocar de nuevo en el poder a Abdallah. Eran operaciones simples, llegar, atacar cualquier posición media para demostrar una fuerza aplastante basada en la táctica y en el armamento de última generación y dirigirnos al palacio presidencial. Si ahora el color de Blackwater era negro, por aquellos tiempo era gris, lo demás no cambia mucho: sin distintivo, sin banderas ni himnos, sin órdenes superiores más allá del comando, sin respeto hacia las convenciones internacionales, éramos militares en nuestro fuero interno, pero de la peor especie, éramos mercenarios.
Estuvimos allí algún tiempo para formar una guardia pretoriana de élite que debería mantener la paz y los intereses del que pagaba, por aquel entonces Francia. La guardia fue dirigida durante años por ex-oficiales salidos de los demócratas ejércitos europeos. Eran los años dorados.
Hasta cuatro veces derrocó Denard los regímenes que se iban sucediendo según soplara el viento y los intereses de Francia, Sudáfrica y otros países aliados, que veían el suelo de las islas como un territorio perfecto para hacer y deshacer en cuanto país africano se propusieran, según les conviniera. Denard bajaba a pasar revista una vez al día, caminaba firme, con toda su soberbia y elegancia. Bajaba de los despachos con un traje impecable y pasaba revista de forma implacable, una bota sucia, una camisa arrugada, nada escapaba a sus ojos. Así pasó el tiempo hasta que los paracaidistas franceses nos tuvieron que evacuar de manera urgente tras el asesinato del presidente en 1989, nunca supe demasiado bien qué había pasado, el caso es que nunca me interesó.
Tras salir de allí corriendo hubo muchos otros lugares, siempre a la sombra de Denard, por confianza, devoción y ya, a esas alturas, amistad. El mayor periodo de actividad lo vivimos con la compañía sudafricana Executives Outhome, un nombre curioso si tenemos en cuenta que durante años nos dedicamos a derrocar a cuanto gobierno subsahariano intentara perjudicar los intereses económicos de las compañías occidentales: liberación de refinerías, mantenimiento de la estabilidad en una cierta zona, aplastamiento de revoluciones, protección de minas y un largo etcétera. Poco a poco, la fama de la compañía fue tal que llegamos a ser el tercer ejército de África, la formación de todo el mundo allí era excelente, la mayoría eran miembros de las fuerzas especiales del ejército sudafricano y de otros. Tenían una buena tradición, lástima que detuvieran a Simon Mann en Zimbaue, algunos dicen que fue un chivatazo porque el hijo de la Thatcher estaba metido en el ajo, el caso es que no llegaron a Guinea para dar su golpe de estado, uno más.
Mientras Denard compartía sus actividades privadas clandestinas con las públicas, permanecí en Executives como asesor asociado principal, es decir, todo dependía de mí mientras Bob estaba fuera. En el año 1994, se avecinaba una gran tempestad en África, y eso no le interesaba a nadie, ni a los que nos pagaban, ni a los que algún día nos pagarían. Ya que nadie parecía querer hacer nada, lo mejor para todos era acudir a la ONU y ofrecer nuestros servicios para intentar pacificar, esta vez de verdad, Ruanda. Con un puñado de hombres se podría haber hecho, pero la ONU prefirió mirar a otro lado y no contratarnos, lo hubiéramos podido arreglar.
Desde los centros de información secretos de las Comores podíamos recibir las noticias casi al instante, captábamos hasta las transmisiones de los mandos de la ONU, así nos enteramos de que los soldados de la Unión Africana se escondían en los cuarteles mientras hutus y tutsis se mataban como en el principio de los tiempos. Al fin y al cabo, sólo era una vez más la misma historia, imágenes repetidas una y otra vez donde sólo cambian los acentos, colores o paisajes, lo demás es siempre la misma historia: Bosnia, Angola, Sudán, Afganistán, Irak y otros tantos sitios que sólo salen en los mapas por azar.
Y de vuelta a la realidad, allí estaban, en aquel hangar del antiguo aeropuerto Sadam Hussein, aquellos vaqueros rubios de ojos azules, comparando sus armas y exhibiendo los resultados de la última competición de tiro de la compañía. Y Bob Denard siempre en el recuerdo. Murió el 13 de octubre de 2007 a causa del alzheimer, esperando juicio en Francia, por una infinidad de golpes de estado, encubiertos la mayoría por el estado francés. Murió sin cumplir un sólo día de cárcel.
Aterrizar en Bagdad es como aterrizar en cualquier otro aeropuerto del mundo, sólo que allí al salir del avión uno se estrella con el infierno. En esos vuelos, casi nadie habla, y la mezcla de pasajeros no deja de ser curiosa. Un puñado de soldados que vuelven de permiso y que normalmente hablan en español, unos cuantos periodistas más preocupados por el chaleco antibalas y el casco que de otra cosa, algún que otro político o ejecutivo -a menudo ambas cosas-, de perfil huraño que nunca se sabe muy bien qué hace allí y nosotros, los servicios externos, los asesores, los mercenarios en realidad. Nuestro protegido tenía que llegar sano y salvo a la zona verde, en realidad nuestro trabajo era del todo inútil porque en Irak, a estas alturas, lo único que cuenta es el blindaje del coche.  Ese día íbamos a ganar 5.000 dólares, el precio de un servicio especial.
Día de negocios, reunirse con X, pactar la inmunidad para los últimos vaqueros que habían metido la pata a cambio de nadie puede imaginar qué, firmar un nuevo contrato por un tiempo indefinido y distribuir un nuevo escuadrón de hombres para formar a la nueva policía iraquí. Cosas del oficio, proteger al que iba a proteger a mis supuestos compañeros, proteger al que protegía nuestros intereses, proteger nuestros 15.000 dólares al mes, proteger el infierno que se había creado en ese país para seguirlo explotando hasta que se desmantelara por completo o no quedara nadie en pie, por fortuna, lo único que estaba claro es que había petróleo para rato. En el edificio, que ya por aquel momento debía ser el único de la ciudad con todos los cristales, pululaban los responsables de Global Risk Strategies, ArmorGroup, Kellog, Brown & Root, DynCorp y un largo etcétera. En los pasillos, en las torretas de vigilancia, por todas partes, nosotros: pelo rapado, gafas de sol, tíos fornidos con chaleco antibalas, subfusil, munición abundante y en el caso de los más jóvenes, la adrenalina al límite.
Por fortuna había conseguido salir de Irak, mi estilo vieja escuela no servía de nada allí, mucho más después de la chapuza de Nayaf, había tantos ejércitos en la zona que la coordinación era del todo imposible, sobre todo cuando el que mandaba allí, Estados Unidos, no tenía tantos miramientos con los supuestos aliados como debieran, se veía que el caos empezaría pronto. D      Después del encontronazo con las tropas españolas en Nayaf preferí buscar un destino tranquilo en España. Proteger al enviado de Blackwater en España era lo más parecido a estar jubilado, tan sólo tenía que ir una o dos veces al mes a Bagdad, llegar, negociar y volver a España.
La zona de Nayaf había recaído bajo la supervisión de España, y casualmente el objetivo de aquella época para Estados Unidos estaba allí. El gobierno español no autorizó la operación para apresar al clérigo Mustafa Yaffa Al Yacuba, lugarteniente de Muqtada Al Sadr, así que tuvieron que ser los Seal los que intervinieran. Dos días después de la operación, sin que los españoles se hubieran enterado de nada, los iraquíes rodearon Base España, culpándolos de lo ocurrido y exigiendo su liberación. Al cabo de una hora empezó el ataque.
Al principio se defendieron bien, los salvadoreños, que también estaban en la misma base, le echaron valor al asunto, al rato la cosa se empezó a poner difícil, la munición empezaba a escasear y tres de las cuatro ametralladoras de protección fallaron.
La mañana del 4 de abril de 2004 tuvimos que acudir, por mis orígenes y mi experiencia, los marines me habían asignado como enlace de las tropas españolas, eso a pesar de que nunca quisieron tener nada que ver conmigo ni con mi compañía. El general Coll era listo, sabía hasta donde podía llegar con nosotros, tanto en lo militar como en lo político, pero al final no le quedó más remedio: la llamada de aviso era alarmante. La base estaba completamente rodeada por una turba donde se mezclaban guerrilleros armados con Ak-47 y lanzagranadas, con manifestantes de toda edad y sexo. En un primer momento, sólo los francotiradores pudieron hacer blanco en medio de tanta gente. Al tiempo, el fuego se concentró hacia los puntos desde donde se les disparaba. Yo llegué a la hora y pico de haber empezado el fuego; nosotros nos desplazamos en Defender, esos helicópteros pequeños, manejables, casi acrobáticos. Junto a nosotros iban dos Apaches y dos Black Hawk que transportaban unos treinta Rangers y la munición de repuesto para los españoles. Al general Coll no le hizo gracia la llegada de nuestros helicópteros negros, tampoco le hizo gracia que los profesionales, los soldados de Estados Unidos hubieran tardado tanto, veía en ello la clara venganza por no haber capturado al clérigo. Un par de pasadas de los Apaches bastaron para limpiar el escenario, creo que mis hombres de negro no hicieron otra cosa que disparar a los civiles, aquello bastó también, pero para llenar las calles de cadáveres, una vez más. Después de aquello vi con claridad que había que salir de allí, los nuevos eran incontrolables y ya a esas alturas había visto demasiados ojos cerrarse innecesariamente.
Cuando lo peor pasó, y el general recibió el parte de bajas, me invitó a una copa de coñac español y me preguntó cómo podía trabajar con aquellos salvajes, yo le dije que eran cosas de la vida, que yo no elegía a la gente con la que tocaba trabajar. Por alguna extraña razón, aquel hombre demostraba hacia mí una deferencia que rayaba en la tristeza, aquel día más notable si acaso, supongo que por el recuento de bajas: el soldado salvadoreño Natividad y una cantidad indeterminada de civiles de varios centenares (imposible determinar cuántas causamos nosotros, aunque seguro que la mayoría).
Al irme del despacho, me apretó la mano y me preguntó por Denard.
Hubo muchos viajes, y algún que otro país. Más informes, más revisiones, más entrevistas para enrolar a futuros trabajadores para la compañía, también más marcas del miedo, muchas más, y muchos ojos cerrados de manera innecesaria, tantos, casi, como lágrimas derramaron los ojos que quedaron abiertos. Mi viaje la última vez fue directo y del todo impredecible, porque ya no tenía ningún lugar al que regresar. Allí me recogió una furgoneta negra, con matrícula oficial de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos de América, mi última misión adquiría tintes oficiales de  matrícula roja de coche oficial de una Embajada.
No hubo banderas, ni ojos derramando lágrimas, ni grandes palabras. Mi funeral se resumió al agua del hisopo bendiciendo a un desconocido de nacionalidad y nombre sin importancia. El enterrador hizo su trabajo.   
Nadie acudió a mi entierro.


[1] www.elmundo.es. (14 de noviembre de 2007). http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/14/internacional/1195026157.html


martes, 25 de enero de 2011

THE GOOD WIFE

Me gustan las series, me parece un lenguaje narrativo superior al del cine, entre otras cosas porque hay más tiempo para que el espectador se pueda identificar con los personajes, personajes que, por otra parte, pueden desarrollarse mucho más en el plano psicológico, ofreciendo interesantes matices. Con esta primera entrada sobre una serie de televisión, espero poder comentar en el futuro aspectos con respecto a este nuevo fenómeno en la comunicación de masas.

Pierde algo de intensidad la segunda temporada de The good wife. La primera temporada es buena, engancha. Hay diferentes mecanismos para ello: los sucios trasfondos de la política en Chicago, la trama judicial y detectivesca para la resolución de los casos que ocupan a los abogados y los hijos adolescentes de la pareja principal, que colaboran y participan en la primera trama.

Julianna Margulies -conocida por su papel como enfermera en Urgencias- es la protagonista principal. Su marido, Peter Florrick -actor de Sexo en Nueva York- es un flamante Fiscal que ve su carrerar arruinada por corrupción, además, como aliño para propiciar el patetismo de la figura de su mujer, la ha engañado en diversas ocasiones con prostitutas.
Así que la buena mujer debe hacerse cargo de su familia, para ello, comienza a trabajar en un prestigioso bufete de abogados, donde poco a poco podremos ver la competencia en el negocio, la difícil gestión del mismo y el complejo equilibrio entre el bien y el mal, entre otras cosas..
Como vemos, hay un poco de todo, líos sexuales, tensiones sexuales en el bufete y sobre todo muchos casos donde van apareciendo diversas tramas que se resuelven con los mecanismos propios del cine negro y cuya resolución es fundamental para la defensa de los acusados -Alicia Florrick se encarga de ello-, donde la sagacidad, la bondad o la mala leche de los abogados juega un papel fundamental.

Además hay un puñado de personajes secundarios potentísimos (abogados, jueces, contrincantes políticos, policías, acusados...), como la misteriosa Kalinda (una especie de detective) o el asesor de Peter, el señor Gold, una especie de mafioso legal que aporta momentos estupendos por el manejo pseudolegal de las situaciones.

La segunda temporada es un poquito más débil. Se ha basado más en los casos judiciales y menos en la  política -o al menos a mí me ha parecido que con menor intensidad-, que le da una relevancia y un trasfondo mucho mayor a la serie. Además, los hijos del matrimonio parecen perder un poco de chispa también y juegan un papel menor que en la primera temporada.

En cualquier caso, una serie recomendable que parece nos acompañará bastante tiempo.

domingo, 23 de enero de 2011

¿QUIÉN LEE? LOS JÓVENES Y LA LECTURA EN "EL INTERMEDIO"

El tema de la lectura entre los más jóvenes siempre es complejo y aparece como materia siempre pendiente para el sistema, los profesores y el propio sistema, ¿leen mucho, poco, nada, bien, mal...? Pues como todo en esta vida, depende.
"El lector", de Jorge Bellido (http://belli-photoblog.blogspot.com/)
El asunto se puede abordar desde muy diferentes perspectivas, una que he encontrado hace poco y que me ha parecido original, aunque un tanto utópica, es el libro de Juan Domingoo Argüelles (2009): Si quieres... lee. Contra la obligación de leer y otras utopías lectoras, Madrid, Fórcola. Cita a menudo a Pennac y su obra Como una novela porque en el fondo, hay un alegato contra el propio sistema educativo, o más bien, contra la obligatoriedad de la lectura. El principio es básico, se trata de crear lectores, pero no lectores obligados, donde la obligación es entendida siempre como algo negativo, sino a lectores libres, que lean lo que quieran, cuando quieran, sólo así se podrá formar un "libroadicto", que lea por afición y no por hábito (señala que ir a trabajar todos los días también es un hábito, por tanto, negativo). Encontramos apartados como el siguiente:
El sistema escolarizado carece de imaginación para darse cuenta de que si un niño, un adolescente y un joven leen lo que les da la gana, con gusto, con interés, con placer, con gozo, podrán quizá, más tarde, leer el Quijote y demás clásicos, entenderlos, comprenderlos y aun disfrutarlos, cuando jamás tuvieron la experiencia de sufrirlos. Tiene razón Paul Goodman, el problema es que la escuela les quita a los alumnos el apetito, incluido el de leer.
Numerosas encuestas y estudios han abordado el asunto de la lectura entre los jóvenes, añado algunas de las que creo son más relevantes con sus enlaces para que, si tenéis curiosidad, podáis echar un vistazo y sacar vuestras propias conclusiones. De entre las muchas a las que podríamos aludir, son especialmente interesantes la realizada por el Grupo Lazarillo de la Universidad de Cantabria en el año 2000-2003 (Lecturas y lectores en la ESO. Una investigación educativa) y la realizada por la activísima Fundación Germán Sánchez Ruipérez en el año 2008 (La lectura en España), además de otras muchas de diverso signo que podemos encontrar en la página del Ministerio de Cultura, más en concreto en el Centro de Documentación del Libro, la Lectura y las Letras.
A continuación añado un vídeo sobre la lectura entre los más jóvenes, fue una experiencia que hicieron en el programa "El intermedio" con tres jóvenes a los que les hicieron leer sendos libros, tiene algún momento gracioso.



jueves, 20 de enero de 2011

UN DÍA DE FURIA POR NO PODER FUMAR

Soy fumador y funcionario, una doble razón por la cual entenderéis rápidamente que estoy jodido. El caso es que me he tomado la libertad de opinar sobre la bien amada ley antitabaco o como coño quiera que la hayan  llamado.

Parto de un hecho básico, como de vez en cuando me da por leer algo, aunque sea la cajetilla de tabaco que tengo entre las manos, ya me he enterado de que fumar es muy malito para la salud, que fumar mata -aunque conozco a un montón de gente que también se muere sin fumar- y todo eso.
También entiendo que puede haber gente que se moleste por el humo, y pareciera que con la habilitación de espacios sin humo, incluso de auténticas peceras para mamiferos lactantes de nicotina sempiternos donde los camareros no tenían que entrar ni a decir buenos días, el problema se hubiera saldado, pero no, así que los pobrecitos de los bares hicieron esas reformas para nada.

Vaya también de antemano que mi simpatía hacia los bares es reducida, hace años que pienso en la incongruencia de que en España no se haya hecho una huelga masiva contra estos establecimientos que nos sablean legalmente, que juegan con unos precios abusivos y unos márgenes desproporcionados. Todo ello, probablemente, se explicará por la alta carga de impuestos, así que habría que ver quién sablea a quién. Pero esto no es el caso.

El caso es que a los fumadores nos han echado a la puta calle, sin más. Hay gente que se propone protestar, pedir firmas para cambiar la Ley y demás pamplinas. La Ley es la ley y te la comes con patatas y punto. Que sea una buena o mala ley es otra cosa, yo, sobre todo, la veo paternalista e hipócrita.
Paternalista porque el Gobierno supone que todos somos retrasados mentales y no podemos hacer nada por nosotros mismos, otro ejemplo que se me viene a la mente es la limitación para circular con el coche. En las autopistas, que representan el 2% de los accidentes de tráfico, ir a 120 km por hora es como ir parado, podrían limitarlo a 80 km por hora, así ese 2% bajaría un poquito o, mejor todavía, iríamos todos en AVE y RENFE se podría forrar ya sin tapujos. O ir a 30 km por hora en ciudad y en según qué calles, también veo cosas positivas, puedo parar el motor, empujar el coche que probablemente irá más rápido y así ahorro un poco de gasolina, o ir en bici, también iré más rápido y además haré ejercicios.

Hipócrita porque se supone que es por nuestra salud, o eso han dicho algunos, lo que no entiendo es la hipocresía del gobierno, que me prohíbe fumar en casi todos sitios, incluso en algunos espacios abiertos, camino directo al cielo por otra parte, pero que no rechaza cobrarme una tasa de impuestos que financia directamente varios Ministerios. En el año 2009 y según el periódico Finanzas (no he encontrado las cifras exactas del año pasado pero se estiman en unos 10.000 millones ) se ingresaron por los impuestos del tabaco 9,446 millones de euros -sí, la cifra es correcta, la estás leyendo bien-, es decir, el equivalante más o menos a tres ministerios (el presupuesto de Sanidad según Europapress para el mismo periodo fue de 760 millones de euros) o un par de Comunidades Autónomas (el presupuesto del Gobierno de Aragón para el 2010 fue de 5293 millones).

FUMAR POR ZARAGOZA
La zona más crítica de toda Zaragoza para fumar es el delicioso recorrido entre la calle Violante de Hungría y la Avenida Valencia. Para los que no conozcáis Zaragoza, digamos que paro en la parada de autobús de la Escuela Oficial de Idiomas, dejo que pase la gente, incluida la viejecita que se me ha colado antes y enciendo un cigarro, levanto la cabeza y... ¡hostia!, la escuela de idiomas, no hay niños pequeños a los que poder corromper con mi diabólica figura fumando -es bien sabido por todos que la tele los educa mejor y con más corrección política-, no sé, igual me echan la bronca en ruso, qué acojone.
Aprieto el paso sin mirar atrás, como en las pelis, cuando acaban de dar un palo a un banco -ya sabemos que sólo fuman los malos- y se están escapando hacia el coche que unos segundos después no arrancará. Para explicar este extraño hecho de que el coche no arranque, pueden mostrar que la razón es que el conductor, que estaba esperando fumando, ha descargado la batería del coche justo porque se ha encendido un cigarrillo con el encendedor eléctrico del vehículo, así la pedagogía es completa.
El caso es que giro, voy mirando de reojo por si acaso, y de repente me topo con la Facultad de Ciencias de la Salud; la Universidad nada más y nada menos. La uni me ha prohibido fumar en ningún lugar del campus, ni en el estanque de la "city", hasta donde los peces que nunca hubo iban colocados, qué tiempos, madre mía.
Me sigo arriesgando y paso de largo, me creo a salvo, pero de repente -juro que es verdad- el Hospital Clínico, pobrecitos enfermos, ahora sí que ya soy un delincuente arrepentido, estoy por apagarlo, de verdad; me entra mi espíritu programado para respetar la ley y decido cruzar de acera, bueno, así hago mi buena obra de hoy para con el mundo al que tanto estoy dañando: resulta que no puedo, en la otra acera está el colegio Salesianos.
Me paro en mitad de la calle, sé que me quedan unas pocas caladas, con tanta impresión y sentido de culpabilidad no sé si seguir mi rumbo o entregarme en la comisaria de la Policía Nacional de la Avenida de Valencia. Antes apuraré el cigarrillo, ¡así me queme los dedos!, sigo mi camino por la acera del Hospital, no he tenido valor de acercarme a los puros salesianos, y sin embargo: tras el Hospital, un colegio: angelicos, pobrecicos, cómo les hago esto, paso corriendo, ya no fumo, corro, sudo nicotina, 30 metros más adelante aprieto el paso: la Facultad de Educación, qué poca educación la mía.
Por fin puedo arrojar la colilla y llegó a un sitio sin aparentes restricciones, qué mariconada la de Ulises, ya me gustaría verlo en este brete. He llegado, ya no hay zonas prohibidas, he cumplido mi misión, nadie me ha denunciado -o eso creo yo-, lo tengo claro, dejaré la policía para otro día. Entro al bar y pido una caña, eso sí, me la tomo fuera. Es invierno y no tienen la terreza montada, me dicen que si bebo fuera contravengo otra ley, así empezaron Bonnie and Clide me digo y le doy otra calada al cigarrillo.

martes, 18 de enero de 2011

PRESENTACIÓN REVISTA UNIVERSITARIA ECLIPSE Y JUEVES DE POESÍA

La Revista Literaria Eclipse de la Universidad de Zaragoza emprende una nueva andadura con nuevo equipo de redacción y dirección. Todos los que hemos participado en ella alguna vez, debemos agradecer el buen trabajo de los que la han dirigido hasta la fecha en estos últimos diez años, sobre todo, a Ignacio Escuín, inventor del asunto, y a Almudena Vidorreta, quien más se ha esmerado en la revista en los últimos tiempos.

Publicar no es fácil, no por capacidad, tesón o interés, sino porque en muchas ocasiones, no tenemos la oportunidad o no sabemos por dónde empezar. La Revista Eclipse, desde su nacimiento, ha funcionado como un trampolín para autores noveles, fundamentalmente estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, tanto en creación (relato, poesía...) como en ensayo a través de artículos de muy diverso tono y estilo. Por todo ello, anímate a participar, la primera vez te costará pero también te gustará, la segunda, te gustará un poco más y te costará un poco menoS.

En fin, como no podía ser de otra cosa, la gente nueva llega con nuevas ideas, buena prueba de ello es este blog de la Revista Eclipse que se inaugura estos días y que introduce a la revista en la dinámica tecnológica de nuestros tiempos y, espero, sea un lugar de encuentro para todos aquellos que amamos la literatura. Bienvenidos y ánimo:
 http://revistaliterariaeclipse.wordpress.com/

Os dejo un anuncio extraído del blog sobre la aparición del próximo número de la Revista Eclipse, este mismo jueves, 20 de enero, espero que sea de vuestro interés:


¡El jueves 20 estrenamos el próximo número de Eclipse!
Como sabéis, es un número que ha tardado mucho tiempo en salir. Lo hemos dedicado a la música y en él, con él, queremos hacer un sentido homenaje al cantautor José Antonio Labordeta.
La presentación será, como decíamos, el día jueves día 20;  el lugar, la Sala de Juntas de la Facultad de Filosofía y Letras, en el Campus de San Francisco (C/ Pedro Cerbuna, 12); la hora,  justo antes de Este jueves, poesía.
Recordad que la presentación de este número es muy buen momento para conseguir esos números atrasados, enteraros del tema del próximo número, pero sobre todo, pasar un rato agradable.

¡Esperamos veros a todos!

lunes, 17 de enero de 2011

NUEVO POEMARIO DE FERNANDO SARRIA

El incombustible Fernando Sarria publica un nuevo poemario con la editorial Eclipsados.
En su trayectoria, destaca haber obtenido el 2º Premio de Poesía Delegación del Gobierno de  Aragón con El alhaquín (Acqua, Zaragoza, 2009), ha publicado además El error de las hormigas (Eclipsados, Zaragoza, 2008). Es además un blogero empedernido, en sus múltiples blogs podemos leer una buena cantidad de poemas. Nos informa de que:
El próximo día 19 de Enero a las 19.30 presentamos el libro en la Fnac de Pza. de España de Zaragoza.
Estarán conmigo en la presentación, el editor, Nacho Escuin, Alfredo Saldaña, poeta y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y Alfredo Moreno, hombre-cine, autor del blog 39 escalones.
Os espero a todos los que podáis venir.
Un poema del autor:
Después llegaron las lluvias:
lo interminable.
Nada trae este viento, salvo el recurso a la lejanía,
un silencio rebosado, recóndito,
o entre mis manos sólo la austera sabiduría de perderte.
Suzanne lo llena de enredaderas moradas.
Su voz se lleva todo,
crece en el muro donde todavía se conserva el calor,
algo debe tener el amor cuando lo buscan,
algo debe sujetar esta bendita lluvia y su torrente.
Despiertas en medio de la oscuridad y te olvidas del verano,
todas las sensaciones son dúctiles por naturaleza,
el armiño es gris y en las nubes crecen frondas de espera.
Suena la llamada para el Orient Express,
evoca viajes de Venecia a Praga,
ese rail de sueños que será como el mapa de Europa
mientras nada separe nuestros labios.
Crece un fuego de astros silenciosos,
Suzanne, Suzanne,
¿dónde hemos perdido el anhelo de querernos?
Tomemos un barco desde ese muelle sin futuro,
partamos a Istambul, sin mirar atrás,
¡que lejos queda esa noche de S.Juan,
esa fuga ardiente junto al mar!…
No me importa el dolor de tus ausencias,
sé que tu amor vale dinero,
toma de mi cartera los últimos billetes,
he emprendido este viaje sólo para amarte.

domingo, 16 de enero de 2011

EL ARAGONÉS FRANCISCO LÓPEZ SERRANO GANA EL PREMIO SETENIL 2010 AL MEJOR LIBRO DE RELATOS PUBLICADO EN ESPAÑA

Francisco López Serrano (Épila, 1960) es uno de esos escritores que permanecen al margen de los grandes circuitos literarios y de los que sólo tenemos noticias cuando gana un premio literario, cosa que por cierto, ocurre con bastante frecuencia: Premio de poesía Blas de Otero y Premio Setenil de relato en los últimos tiempos.

La wikipedia nos da algunos datos sobre el autor:
Francisco Miguel López Serrano (Épila, Zaragoza, 1960) es un poeta, novelista, narrador y traductor español. A lo largo de su carrera ha obtenido premios de cuento y narrativa como el Premio Setenil (2010) al mejor libro de cuentos publicado en España en 2009, el premio Kutxa Ciudad de San Sebastián, Ignacio Aldecoa, Premio Gabriel Aresti, Premio Generación del 27 o el Premio Manuel Llano.
Colabora en revistas literarias y periódicos como Clarín, Turia o el Heraldo de Aragón.

Por cierto, su poemario El último hombre sobre la tierra es excelente. En breve saldrá una reseña sobre el mismo en el suplemento "Artes y Letras" de Heraldo de Aragón, para los que podáis comprarlo, se edita los jueves con el diario.

Adjunto una noticia publicada en dicho medio sobre el galardón Setenil, algunos lo comparan con el Óscar del relato:

La obra recopila diez relatos "de impecable factura y notable originalidad que conjugan el lirismo con el humor".

El Reconocimiento a la Divulgación Cultural Setenil 2010 ha recaído sobre Juan Vicente Dávalos.
El acto de entrega del VII Premio Setenil 2010 al Mejor Libro de Relatos Publicado en España, convocado por el Ayuntamiento de Molina de Segura y que ha recaído en Francisco López, por 'Los hábitos del azar', tendrá lugar este jueves, a las 20.00, en el Salón de Plenos el Ayuntamiento, según han informado fuentes municipales en un comunicado.

Francisco López Serrano ha obtenido el galardón por su obra 'Los hábitos del azar', editada por Editorial Renacimiento de Sevilla, de entre las 82 presentadas por editoriales de toda España. Así, el libro ganador recopila diez relatos "de impecable factura y notable originalidad que conjugan el lirismo con el humor".

El autor, (Épila, Zaragoza, 1960) ha publicado las novelas 'El país de la lluvia', 'Retrato del asesino en prácticas' y 'El prado de los milagros', y los libros de relatos 'El hígado de Shakespeare' y 'Dios es otra'. Además, es autor de cinco libros de poemas, y a lo largo de su trayectoria ha obtenido, entre otros, los premios Luis Cernuda de poesía e Ignacio Aldecoa de cuentos.

El acto de entrega contará con la presencia del alcalde de la localidad, Eduardo Contreras; el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Francisco Giménez; el ganador del VII Premio Setenil, Francisco López; la concejala de Cultura, Mariola Martínez; el presidente del Jurado, Andrés Neuman, y el galerista y pintor, Juan Vicente Dávalos.

Con carácter previo a la entrega del premio, se celebrará un encuentro literario de alumnos de los IES de la localidad con Francisco López, a las 12.45, en el Centro Las Balsas. La atención del galardonado a los medios de comunicación tendrá lugar en el mismo lugar del encuentro literario a las 12.15.

Por la tarde, a las 19.30, en Paseo Rosales, se procederá al descubrimiento de una placa conmemorativa del ganador del Premio Setenil, acto al que asistirá el escritor. La placa ha sido colocada en un banco de la zona de paseo y contiene un texto conmemorativo del premio y un extracto de la obra ganadora, así como un dibujo realizado por el pintor Juan Espallardo.

El Premio Setenil, convocado por la Concejalía de Cultura de Molina de Segura, es un certamen de rango nacional que premia libros de cuentos ya publicados, y cuyo fin último es revalorizar este género literario en nuestro país. Está dotado con 12.000 euros. En anteriores ediciones lo han obtenido Alberto Méndez, por 'Los girasoles ciegos'; Juan Pedro Aparicio, por 'La vida en blanco'; Cristina Fernández Cubas, por 'Parientes pobres del diablo'; Sergi Pmies, por 'Si te comes un limón sin hacer muecas'; scar Esquivias por 'La marca de Creta', y Fernando Clemot, por 'Estancos del Chiado'.

Reconocimiento a la divulgación cultural
Por otro lado, en el mismo acto se hará entrega del Reconocimiento a la Divulgación Cultural Setenil, instituido el pasado año con el objetivo de distinguir a aquellas personas, colectivos o instituciones que, a lo largo de los años, han desempeñado actividades destinadas a fomentar la cultura en el municipio, en cualquiera de sus facetas.

En esta segunda edición, el Reconocimiento a la Divulgación Cultural Setenil 2010 ha recaído sobre Juan Vicente Dávalos, que a lo largo de su vida ha conciliado una triunfante carrera empresarial con su interés por el arte, en su doble faceta de galerista y pintor.

jueves, 13 de enero de 2011

JUEVES DE LA CULTURA EN HERALDO DE ARAGÓN

Este jueves, el suplemento cultural del diario Heraldo de Aragón Artes y Letras viene calentito calentito. Una interesante reflexión sobre el cine español ("¿Es tan malo el cine español?"), la voz de Félix Romeo sobre la novela ‘Sukkwan Island’ de David Vann y otros temas tan interesantes como siempre.

Ha sido una lástima que la edición digital no incluya otros elementos que sí podéis encontrar en la edición en papel, entre otros, la edicíón de un nuevo número de la Revista Turia, uno de los proyectos culturales con más vigor en Aragón y me atrevo a decir que en España.

A disfrutar.

EL ESCRITOR ZARAGOZANO MANUEL L. ALONSO GALARDONADO CON EL SEGUNDO PREMIO EN EL XXIX CONCURSO DE NARRATIVA INFANTIL VILLA D’IBI


La obra premiada, Primera nieve, último sol, será publicada en abril por Anaya infantil y Juvenil en la colección ‘El Duende Verde’



El escritor zaragozano Manuel L. Alonso, galardonado con el segundo premio del XXIX Concurso de Narrativa Infantil Vila d’Ibi
La obra premiada, Primera nieve, último sol, será publicada en abril por Anaya infantil y Juvenil en la colección El Duende Verde
En esta XXIX edición del Concurso de Narrativa Infantil Vila d’Ibi que Anaya Infantil y Juvenil convoca en colaboración con el Ayuntamiento de dicha localidad alicantina, el primer premio, dotado con 6.000 euros, ha recaído sobre la obra de la escritora valenciana Victoria Pérez Escrivá Cuando mi hermano se subió a un armario; mientras el segundo premio, dotado con 3.000 euros, ha sido para  el texto Primera nieve, último sol, del zaragozano Manuel L. Alonso. Además, ambos textos serán publicados por la editorial en abril, dentro de la colección El Duende Verde.
El jurado destacó sobre la obra galardonada con el primer premio “la originalidad de la historia, la sensibilidad con la que trata el paso de la infancia a la adolescencia, dando cabida a todo tipo de personajes y situaciones absurdas y disparatadas; donde, finalmente, el amor acaba ordenando la realidad.” En cuanto a Primera nieve, último sol, los miembros del jurado la definieron como “una hermosa y tierna historia sobre la infancia y la vejez, en la que la reflexión sobre la vida adquiere tintes poéticos.”
Victoria Pérez Escrivá (Valencia, 1964). Ha trabajado como guionista en diferentes series de televisión; como escritora (y en ocasiones también ilustradora), ha publicado sus obras en las editoriales más importantes de España, entre ellas, dos libros en Anaya Infantil y Juvenil: ¡Ay! (Primer Premio en el Certamen de Álbum Ilustrado Ciudad de Alicante, 2004) y Antes, cuando Venecia no existía (2002).
Manuel L. Alonso (Zaragoza, 1948). De formación autodidacta, ha desempeñado múltiples oficios hasta que en 1979 optó por dedicarse exclusivamente a la literatura. Desde ese año, se ha ido convirtiendo en uno de los autores de literatura infantil y juvenil más relevantes de nuestro país. Ha obtenido varios premios, como el Premio Altea en 1989, el Premio Jaén en 1995, o el Premio Ala Delta en 2005. En Anaya tiene publicados numerosos libros, entre ellos: La isla de las montañas azules, Los superhéroes no lloran, El impostor, El regreso de Jack, La aventura del Zorro, Rebelde, Tiempo de misterios o Viaje de ida.

miércoles, 12 de enero de 2011

POESÍA MÁS VENDIDA Y LUGARES RECOMENDADOS

La lista de libros más vendidos no es una recomendación, es una aclaración. El mercado dice, por tanto...
Las litas de libros tienen un interés doble, por un lado, estar al día, una de las funciones de la lectura. Pongo un ejemplo, cuando todo el mundo hablaba de El código Da Vinci, ¿no te viste en la obligación de leerlo?
Hay un libro que explica a las mil maravillas este procedimiento de obligatoriedad lectora, lo hace Pierre Bayard en Cómo hablar de los libros que no se han leído.

Otra función de estas listas es pensar que tienen razón, es decir, que hay que leer lo que el mercado dice.


Si queréis encontrar poesía más fresquita para este frío, además de las editoriales más conocidas (Visor, Lumen, Tusquets, Renacimiento, Calambur...) hay que buscar un poco en la red:
- Editorial Eclipsados: www.editorialeclipsados.bigcartel.com
- Editorial El cangrejo pistolero: www.cangrejopistoleroediciones.blogspot.com/
- Listado de editoriales: http://www.ediciona.com/editoriales_literatura_poesia-dir-a12.htm
-  Baile del sol: www.bailedelsol.org/
- La bella Varsovia: www.labellavarsovia.com/

Editoriales aragonesas:
- Eclipsados: http://www.editorialeclipsados.bigcartel.com/
- Olifante: http://www.olifante.com/


Y muchas más, para conocer un sinfín de autores: www.lasafinidadeselectivas.blogspot.com
Y ahora sí, los Libros Más vendidos Poesía según la lista publicada en La casa del libro
1
Libros Más vendidos Poesía


LIBROS LA CASA ENCENDIDA 3
LA CASA ENCENDIDA
ROSALES, LUIS
9.00€ ($11.25)
Imprescindible
(1 opinión)



6
UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO ; ILUMINACIONES (ED....
RIMBAUD, ARTHUR
7.50€ ($9.38)
7
ANTENAS
ZAGAJEWSKI, ADAM
14.00€ ($17.50)
8
USTED (FINALISTA DEL PRIMER PREMIO DE POESIA HIPE...
GUZMAN GARCIA, ALMUDENA
7.00€ ($8.75)
9
LA VOZ A LAS TRES DE LA MADRUGADA
SIMIC, CHARLES
15.00€ ($18.75)
10
CUERPO PLURAL: ANTOLOGIA DE LA POESIA HISPANOAMER...
GUERRERO, GUSTAVO
25.00€ ($31.25)
Imprescindible 
(6 opiniones)
10
MEXICO CITY BLUES
KEROUAC, JACK
12.50€ ($15.62)

martes, 11 de enero de 2011

PREMIO NADAL 2011

La creadora del conocido personaje Petra Delicado ha sido galardonada con el Premio Nadal, la novela negra está muy de moda, bien lo sabemos. Parece ser que dentro de poco llegará quizá la cuarta entrega de la saga Millenium, esperaremos. Enhorabuena a los premiados, que decían los buenos de Gomaespuma.


Adjunto la noticia de El Mundo sobre el premio:

La leyenda de La Pastora, un monstruo que habita en el bosque y asesina sin piedad a todo aquel que se cruza con ella, le ha valido a Alicia Giménez Bartlett el Nadal, el más antiguo y prestigioso galardón del panorama español, que entrega la editorial Destino y que está dotado con 18.000 euros.
"Siempre me apasionó esta historia, por fin pude contarla", aseguró la escritora, poco después de aclarar que espera que le queden "otros minutos de gloria" como el que tuvo en el momento de subir a recoger el premio. "Como cuando gane el Planeta, el Cervantes, no sé, el Nobel", añadió.
'Donde nadie te encuentre' es la historia de un psiquiatra francés obsesionado con Teresa Pla Messeguer, La Pastora, una maquis oculta en los bosques de Tortosa, acusada de haber cometido horrendos crímenes. Tras leer un artículo sobre ella mientras realiza un estudio sobre mentes con psicopatías, el psiquiatra se traslada a Barcelona y contacta con el periodista que escribió el artículo.
Cuando da con él, le pide que le ayude a encontrar a La Pastora y juntos, como una improvisada pareja de detectives privados, emprenden la búsqueda de tan terrible asesina por los bosques. A medio camino entre un drama rural (el retrato de la España gris de la época, la de finales de los 50) y un 'thriller' histórico, Alicia Giménez Bartlett utiliza sus dotes como dama del crimen para teñir de negro la historia.
"Había oído hablar de La Pastora desde niña, porque estudié por la zona, y hacía diez años envié a un documentalista a que recabara información para empezar a escribir una historia, pero volvió asegurando que tendría que olvidarme porque los vecinos no querían decir nada, que había una especie de 'omertá'. Pero hace poco encontré un libro de un periodista local y retomé la idea, me metí con una pasión encendida en la historia y la acabé en un año", explicó la escritora, que quiso dedicarle la novela y el premio a Ana María Matute, a la que consideró "una joven promesa de la literatura".
Nacida en Almansa en 1951, y residente en Barcelona, Bartlett es una de las autoras con más tirón entre los lectores españoles (italianos y alemanes) gracias a las aventuras de Petra Delicado, la inspectora de policía que primero fue abogada, pero que se aburría tanto siéndolo que decidió que el uniforme no le sentaría tan mal.
De la serie de Petra Delicado, Bartlett ha publicado ya ocho entregas, la última, en 2009, 'El secreto de los claustros', en la que la inspectora, siempre reacia a los compromisos, acababa pasando por el altar.
Pero la Noche de Reyes no es únicamente la noche del Nadal. Es también la noche del Josep Pla. Y este año, el galardón más reputado de las letras catalanas fue a parar a manos de un debutante, Cristian Segura, por la novela 'El cau del conill', la historia de la decadencia y caída de una familia burguesa de Barcelona, encabezada por el empresario Amadeu Conill.
"Está basada en mis propias experiencias y las de mis amigos", aseguró el autor, que definió la novela como "una historia de supervivencia". Segura (Barcelona, 1978) es un viajero incansable y esta noche se ha sumado a una lista que encabeza Terenci Moix (el primer galardonado), asegurando que "no está nada mal haber empezado ganando el Pla". El Josep Pla está dotado con 6.000 euros.
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