La llegada de los libros electrónicos es ya imparable, necesita un poco de tiempo más por lo que parece, pero su implantación avanza con paso firme. Recuerdo por ejemplo, la última campaña del I-Phone, se nos recuerda, una de sus aplicaciones: leer.
Adjunto una noticia reciente de Heraldo de Aragón, en breve se hará préstamo de libros electrónicos en la biblioteca pública más importante de Aragón, está en Zaragoza.
Adjunto una noticia reciente de Heraldo de Aragón, en breve se hará préstamo de libros electrónicos en la biblioteca pública más importante de Aragón, está en Zaragoza.
El préstamo de libros electrónicos en la Biblioteca Pública de Aragón aún tardará unos meses en ser una realidad, a pesar de que ya cuenta con los 44 lectores electrónicos que le ha proporcionado el Ministerio de Cultura en el marco de un programa piloto que abarca 11 ciudades españolas, entre ellas Zaragoza. Aunque el servicio ya se ha activado en otras poblaciones, y desde Madrid se pretendía que el programa estuviese en marcha en este primer trimestre, tanto el director general de Cultura de la DGA, Ramón Miranda, como la directora de la Biblioteca de Aragón, Pilar Navarrete, coinciden en que habrá que esperar hasta la segunda mitad del año.
Una cuestión sin resolver, y que es una de las que más interesará a los ávidos devoradores de páginas, es la de los títulos a los que se podrá acceder. Estos 'e-readers' vienen precargados con 98 títulos de autores clásicos, de dominio público y libres de derechos de autor. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Cervantes, Benito Pérez Galdós, Pedro Antonio de Alarcón, Lope de Vega y Francisco de Quevedo, entre otros.
Ante este listado, se puede objetar que la iniciativa del Ministerio de Cultura es una novedad a medias. La mayor parte de las obras del catálogo se pueden descargar en páginas web 'legales' y lo que se echa en falta es la posibilidad de acceder a libros más recientes.
«Las obras que se ofrecen no son desdeñables desde el punto de vista literario, pero no se suelen solicitar. Si lo que queremos es ir por delante de la sociedad en el uso de las nuevas tecnologías, tenemos que estudiar la posibilidad de incorporar al dispositivo títulos más novedosos y atractivos que habrá que adquirir y pagar», reconoce Pilar Navarrete. Ramón Miranda también admite que sin obras más recientes, estos libros electrónicos «tienen un atractivo limitado», pero añade que la DGA no está en disposición de «hacer un gasto económico elevado».
Una cuestión sin resolver, y que es una de las que más interesará a los ávidos devoradores de páginas, es la de los títulos a los que se podrá acceder. Estos 'e-readers' vienen precargados con 98 títulos de autores clásicos, de dominio público y libres de derechos de autor. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Cervantes, Benito Pérez Galdós, Pedro Antonio de Alarcón, Lope de Vega y Francisco de Quevedo, entre otros.
Ante este listado, se puede objetar que la iniciativa del Ministerio de Cultura es una novedad a medias. La mayor parte de las obras del catálogo se pueden descargar en páginas web 'legales' y lo que se echa en falta es la posibilidad de acceder a libros más recientes.
«Las obras que se ofrecen no son desdeñables desde el punto de vista literario, pero no se suelen solicitar. Si lo que queremos es ir por delante de la sociedad en el uso de las nuevas tecnologías, tenemos que estudiar la posibilidad de incorporar al dispositivo títulos más novedosos y atractivos que habrá que adquirir y pagar», reconoce Pilar Navarrete. Ramón Miranda también admite que sin obras más recientes, estos libros electrónicos «tienen un atractivo limitado», pero añade que la DGA no está en disposición de «hacer un gasto económico elevado».
Manual de préstamo y devolución
Otro aspecto que todavía está por definir, y en el que está trabajando un grupo de técnicos de la Biblioteca de Aragón, es la elaboración del manual de préstamo y devolución. De forma genérica, se habla de que el usuario podrá llevarse el 'e-reader' ya cargado y quedárselo entre 15 y 45 días, pero el plazo concreto todavía no se ha establecido.
«Otro tema que tenemos que decidir es si establecemos algún tipo de tasa o depósito para quien se los lleve y las penalizaciones económicas en caso de extravío o algún tipo de desperfecto», añade Pilar Navarrete. También se está valorando la posibilidad de que quien disponga de un lector en casa pueda descargarse el libro, bien en las instalaciones de la biblioteca o desde su domicilio, sin tener que desplazarse a ella. «Desde Madrid y Cataluña se está planteando la creación de una plataforma digital donde esté disponible el catálogo y trabajamos en esa dirección», matiza.
¿Ya hay demanda? «Por el momento no tenemos constancia de que haya una demanda explícita, pero tampoco hemos pulsado las opiniones. Una vez que se ponga en marcha, suscitará interés», contesta Pilar Navarrete.
«Otro tema que tenemos que decidir es si establecemos algún tipo de tasa o depósito para quien se los lleve y las penalizaciones económicas en caso de extravío o algún tipo de desperfecto», añade Pilar Navarrete. También se está valorando la posibilidad de que quien disponga de un lector en casa pueda descargarse el libro, bien en las instalaciones de la biblioteca o desde su domicilio, sin tener que desplazarse a ella. «Desde Madrid y Cataluña se está planteando la creación de una plataforma digital donde esté disponible el catálogo y trabajamos en esa dirección», matiza.
¿Ya hay demanda? «Por el momento no tenemos constancia de que haya una demanda explícita, pero tampoco hemos pulsado las opiniones. Una vez que se ponga en marcha, suscitará interés», contesta Pilar Navarrete.
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