El XXXV Premio Tigre Juan ha recaído en Sergio del Molino por su obra "La hora violeta" y Marta Sanz por "Daniela Astor y la Caja negra", dos de los más de cuarenta autores candidatos a este galardón.
Del Molino y Sanz obtuvieron anoche el premio tras llegar a la final, que contó con cinco aspirantes, circunstancia que ocurrió por primera vez desde que nació el Tigre Juan en 1978.
Además de los ganadores el jurado ha querido hacer una mención especial al autor mexicano Yuri Herrera por su obra "La Transmigración de los cuerpos".
El jurado ha valorado en el caso de Sergio Molino la contención y sobriedad en la que la presencia de lo siniestro aparece levemente aludida, y ha subrayado una dimensión de la literatura como catarsis, la escritura como sanación y salvación.
De Marta Sanz el jurado ha destacado una obra que desvela contradicciones y zonas oscuras de un imaginario femenino ambiguo a medio camino entre la emancipación y el espectáculo.
Por último el jurado ha reconocido la obra del mexicano Yuri Herrera, que ilumina todo lo que en medio de la catástrofe colectiva sigue siendo irrenunciablemente humano.
Sergio del Molino considera un honor recibir el galardón ex aequo con Marta Sanz, y reconoce que su libro es "difícil y doloroso y por tanto es doblemente difícil de transmitir".
Marta Sanz, ausente de la entrega por estar de camino a Méjico para participar en el Festival Hai de Jalapa, ha destacado la "grandísima trayectoria literaria" del Premio Tigre Juan y la "calidad de los finalistas", que hace "el premio sabe mucho mejor".
La ganadora de esta edición ha confesado que este premio le devuelve a sus orígenes, ya que su bisabuela era de un pueblo de Pravia y confiesa que este premio le llega en un momento maduro de su carrera literaria, más equilibrada donde se sopesan mucho mejor tanto los reveses como las satisfacciones.
Del Molino y Sanz obtuvieron anoche el premio tras llegar a la final, que contó con cinco aspirantes, circunstancia que ocurrió por primera vez desde que nació el Tigre Juan en 1978.
De Marta Sanz el jurado ha destacado una obra que desvela contradicciones y zonas oscuras de un imaginario femenino ambiguo a medio camino entre la emancipación y el espectáculo.
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