De todas formas, como sigo viendo series a buen ritmo vamos a ir comentando algunas que, de momento, han quedado fuera del manuscrito, por ser muy recientes o por carecer de interés para el libro.
Vamos con The Americans, una de las grandes apuestas de este año.
Nos vamos a los años 80, en plena guerra fría. Una pareja de agentes de la KGB vive durante años en territorio estadounidense. Han formado allí su vida, hablan un perfecto inglés, tienen hijos norteamericanos y, sin embargo, son espías, asesinos perfectamente entrenados que deben resolver todo tipo de situaciones y, mal que les pese, seguir órdenes.
Nos vamos a los años 80, en plena guerra fría. Una pareja de agentes de la KGB vive durante años en territorio estadounidense. Han formado allí su vida, hablan un perfecto inglés, tienen hijos norteamericanos y, sin embargo, son espías, asesinos perfectamente entrenados que deben resolver todo tipo de situaciones y, mal que les pese, seguir órdenes.
La pregunta es cómo se puede hacer una serie de espías aburrida. La respuesta es The Americans.
Se me ocurren varias razones para llegar a esta conclusión, la primera es que no se sigue un solo nudo de trama, es decir, deben ir resolviendo varias misiones, la principal sería la de no ser descubiertos -demasiado lo de poner al agente del FBI que investiga el Directorio 0, agentes como ellos-, como vecino de calle. Y como hay tantas misiones, en principio sin conexión entre ellas, vemos demasiados informantes, demasiadas escenas de cama... bastante monótono.
Otra razón son los continuos "flashbacks" que ralentizan la acción y que no tienen mucha función en la obra. De sobras sabemos que deben vivir una situación difícil, obedecer a toda costa las órdenes cuando en ocasiones dudan de sí mismos y de su patriotismo -¡se vive tan bien en los EE.UU.!-, vivir un matrimonio falso, preocuparse por los hijos...
En el fondo, como todas las buenas series, hay un problema de identidad, son americanos o rusos, espías o padres, asesinos o ciudadanos... pero no han profundizado en ese conflicto, que hubiera podido ser interesante, lo que le resta algo de credibilidad a una serie demasiado lenta, y es que el ritmo puede ser también un problema.
Quizá el problema es solo mío porque tengo demasiado presente el recuerdo de Homeland, serie perfecta y redonda -al menos la primera temporada, la segunda un poco más floja- y, aunque no son comparables, ahí está esa sombra.
En definitiva, no me ha convencido demasiado aunque se deja ver.
Quizá el problema es solo mío porque tengo demasiado presente el recuerdo de Homeland, serie perfecta y redonda -al menos la primera temporada, la segunda un poco más floja- y, aunque no son comparables, ahí está esa sombra.
En definitiva, no me ha convencido demasiado aunque se deja ver.
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