RED WIDOW: LA SERIE

Parece que las mujeres van tomando protagonismo en las series, ficciones que, como las novelas, suelen estar protagonizadas por hombres. 
En esta ocasión, vemos como Marta toma las riendas de su vida tras el asesinato de su marido -un traficante de marihuana con bastante sentido común- y se introduce, muy a su pesar, en el mundo del crimen -como en Weeds pero mucho más intenso y asumiendo mayores peligros. 

El asesinato es un misterio que no se resolverá hasta el último capítulo de la primera temporada y que conlleva una buena sorpresa, probablemente la historia continúe, si bien la trama se cierra del todo en ocho capítulos. 
Marta es hija del señor Petrov, un mafioso ruso afincado en EE.UU. Vive tranquila con sus hijos hasta que su hermano -el culmen de la estupidez- roba un cargamento de cocaína a otro mafioso, rumano esta vez, el señor Schiller, magistralmente interpretado por Goran Visnjic -el doctor Kovac en E.R. (Urgencias).
       Hay otros mafiosos, como la señora Duchenko. El nexo de unión entre todos ellos es el cargamento de cocaína desaparecido que todos anhelan, a excepción de Marta, que tan solo desea recuperar su vida y hacer que sus hijos, dos de ellos adolescentes, queden al margen del mundo criminal que tan cerca tienen y que tanto les atrae. 
       También está la policía, claro, pero juega un papel mucho menor, el agente del FBI tan solo es una marioneta que Marta controla a su antojo, y es que Marta, poco a poco, va ganando intensidad y profundidad maquiavélica. 
      Un ritmo intenso, cierto patetismo sentimental, escenas de acción dosificadas contribuyen al interés de esta serie que no pasará a los anales de la historia de las series pero que es bastante entretenida.