El escritor aragonés José Luis Melero... VICENTE ALMAZAN
José Luis Melero Rivas (Zaragoza, 1956) se ha convertido, libro a libro, artículo a artículo, en uno de los grandes especialistas de la cultura en Aragón. Sabe de todo: le apasionan lo minúsculo, lo inadvertido, los escritores raros y olvidados, le apasionan los diarios y las memorias, pero también la poesía y la historia, y es un coleccionista, y desaforado lector, de revistas. Esta tarde, a las 19.30, en el Teatro Principal, presenta su nuevo libro: 'Escritores y escrituras' (Xordica), cuyo título le regaló Félix Romeo; dice Melero que desea que estos 119 artículos que se publicaron en las páginas del suplemento 'Artes & Letras' de HERALDO "sirvan de emocionado homenaje a la memoria de quien fue uno de mis más queridos amigos, Félix Romeo, que les puso título y los alentó siempre". En cierto modo, 'Escritores y escrituras' vendría a ser una continuación de 'Los vida de los libros' (Xordica, 2009).
Melero habla de muchas cosas aquí; por ejemplo anuncia que "en esto de la literatura apenas he hecho otra cosas que tratar de dar voz a los que no la tienen, devolver el rostro a los desfigurados y resucitar cadáveres. De tanto lidiar con fantasmas me temo que voy a acabar convirtiéndome en uno de ellos". Y entre ellos aparece la poetisa sevillana Concepción de Estevarena, editada estos días por Olifante, que murió en Jaca a los 22 años; aparecen Dolores Cabrera, “aquella tamaritana que inspiró a Bécquer y tuvo como madrina de boda a Isabel II”, Pedro Saputo, el escritor y viajero Ciro Bayo, que anduvo por las tierras del Maestrazgo, o aquel pintor surrealista Urbano Lugrís, que pintaba extraordinarios cuadros marinos y decoró el yate 'Azor' de Franco y encarnó como nadie el espíritu bohemio.
También es un libro de confidencias, de fetiches (como las botas de Violeta, 'el León de Torrero'), de pasiones más o menos privadas: la obra de Manuel Machado, la historia de Fernando Villalón, el asesinato de José María de Hinojosa, los diarios de Andrés Trapiello, el amor a Ava Gardner y aquella fotografía que le hizo Luis Mompel en 1955 en el Coso de la Misericordia. Melero dice del "animal más bello del mundo": "Las anécdotas que cuento se refieren al famoso cólico nefrítico que la actriz sufrió en Madrid, en su 'suite' del Hilton, una noche de abril de 1954. Se dice que Hemingway llevó colgada del cuello durante años una de las piedras que la Gardner expulsó del riñón, y cuando le afeitaron el pubis tuvieron que hacer un sorteo en el hospital porque todos querían quedarse con un mechoncito".
José Luis Melero, con esa prosa diáfana, despojada de retórica y tocada de humor y de ironía (como se percibe en el artículo dedicado a Luis Goytisolo), aborda historias extraordinarias: como la del poeta José del Río Sáinz, a quien arrolló un tren, Chaves Nogales lo creyó muerto para siempre y publicó su necrológica; en realidad se había salvado y también se salvó del atropello de un coche fúnebre y de un apuñalamiento durante una manifestación. En 'Escritores y escrituras' también se habla de otras de las debilidades del autor: los cancioneros de jota o figuras como José Oto.
Aragón es una constante afición de José Luis Melero. Y este es un libro de múltiples homenajes a los amigos muertos como José Antonio Labordeta, Ildefonso-Manuel Gil, Jesús Moncada, Luciano Gracia, Carmen de Lirio, Miguel Luesma o el citado Félix Romeo. 'Escritores y escrituras', que presentan esta tarde Luis Alegre e Ignacio Martínez de Pisón y el autor, es "el libro de un enamorado de la vida, que igual disfruta con los libros viejos que con los nuevos, que no se avergüenza de que le guste el fútbol (bueno, en realidad solo el Zaragoza) o la jota aragonesa, que no cree que recordar el diccionario aragonés de Mariano Peralta sea provinciano y hablar de la chilena Teresa Wilms cosmopolita, sino que ambas cosas sirven si nos ayudan a ser felices. Es el libro de un lector sin prejuicios, abierto al mundo".
Melero habla de muchas cosas aquí; por ejemplo anuncia que "en esto de la literatura apenas he hecho otra cosas que tratar de dar voz a los que no la tienen, devolver el rostro a los desfigurados y resucitar cadáveres. De tanto lidiar con fantasmas me temo que voy a acabar convirtiéndome en uno de ellos". Y entre ellos aparece la poetisa sevillana Concepción de Estevarena, editada estos días por Olifante, que murió en Jaca a los 22 años; aparecen Dolores Cabrera, “aquella tamaritana que inspiró a Bécquer y tuvo como madrina de boda a Isabel II”, Pedro Saputo, el escritor y viajero Ciro Bayo, que anduvo por las tierras del Maestrazgo, o aquel pintor surrealista Urbano Lugrís, que pintaba extraordinarios cuadros marinos y decoró el yate 'Azor' de Franco y encarnó como nadie el espíritu bohemio.
También es un libro de confidencias, de fetiches (como las botas de Violeta, 'el León de Torrero'), de pasiones más o menos privadas: la obra de Manuel Machado, la historia de Fernando Villalón, el asesinato de José María de Hinojosa, los diarios de Andrés Trapiello, el amor a Ava Gardner y aquella fotografía que le hizo Luis Mompel en 1955 en el Coso de la Misericordia. Melero dice del "animal más bello del mundo": "Las anécdotas que cuento se refieren al famoso cólico nefrítico que la actriz sufrió en Madrid, en su 'suite' del Hilton, una noche de abril de 1954. Se dice que Hemingway llevó colgada del cuello durante años una de las piedras que la Gardner expulsó del riñón, y cuando le afeitaron el pubis tuvieron que hacer un sorteo en el hospital porque todos querían quedarse con un mechoncito".
José Luis Melero, con esa prosa diáfana, despojada de retórica y tocada de humor y de ironía (como se percibe en el artículo dedicado a Luis Goytisolo), aborda historias extraordinarias: como la del poeta José del Río Sáinz, a quien arrolló un tren, Chaves Nogales lo creyó muerto para siempre y publicó su necrológica; en realidad se había salvado y también se salvó del atropello de un coche fúnebre y de un apuñalamiento durante una manifestación. En 'Escritores y escrituras' también se habla de otras de las debilidades del autor: los cancioneros de jota o figuras como José Oto.
Aragón es una constante afición de José Luis Melero. Y este es un libro de múltiples homenajes a los amigos muertos como José Antonio Labordeta, Ildefonso-Manuel Gil, Jesús Moncada, Luciano Gracia, Carmen de Lirio, Miguel Luesma o el citado Félix Romeo. 'Escritores y escrituras', que presentan esta tarde Luis Alegre e Ignacio Martínez de Pisón y el autor, es "el libro de un enamorado de la vida, que igual disfruta con los libros viejos que con los nuevos, que no se avergüenza de que le guste el fútbol (bueno, en realidad solo el Zaragoza) o la jota aragonesa, que no cree que recordar el diccionario aragonés de Mariano Peralta sea provinciano y hablar de la chilena Teresa Wilms cosmopolita, sino que ambas cosas sirven si nos ayudan a ser felices. Es el libro de un lector sin prejuicios, abierto al mundo".
'Escritores y escrituras'. José Luis Melero. Xordica. Zaragoza, 2012. 168 páginas.
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